Hemos sido un colectivo muy valiente. Nos hemos mantenido en silencio, pero después de varias décadas de estabilidad, las secuelas que nos dejó la polio han ido agravándose de forma considerable en cada uno de nosotros. Hemos ido perdiendo fuerza y movilidad, incluso en miembros que creíamos no afectados, y nos han aparecido una serie de patologías, como pérdida de funcionalidad importante, fatiga crónica, dolores musculares y en las articulaciones, debilidad muscular, intolerancia al frío, entre otras: es el Síndrome Postpolio.
Es entonces, cuando nos hemos dado cuenta, que las personas con polio, éramos un colectivo olvidado. La rama sanitaria en general, tiene un desconocimiento bastante notable sobre la patología que estamos presentando todo el colectivo.
La poliomielitis, a pesar de haberse erradicado en nuestro país, quedamos un número de afectados muy considerable, que precisamos de una atención médica multidisciplinar y con un protocolo de actuación específico para nuestra patología. Que los médicos, empezando desde los de atención primaria, sepan identificar nuestros síntomas y derivarnos al hospital de referencia que nos corresponda de enfermedades neuromusculares.